Igual que la mayoría del sector productivo, la industria panificadora espera un año poco alentador. Las ventas son bajas, debido entre otras cosas a la alta competencia y a la aparición de tantas y tantas compañías dedicadas a la venta de galletas. Por otra parte es poco el interés que manifiestan las nuevas generaciones por aprender este oficio.
Jorge Solano, nativo de Ahuacatlán, era uno de los mejores panaderos que se conocieron en esta ciudad; pero decidió abandonar el oficio para convertirse en agente de ventas en una compañía de Guadalajara, Jalisco. El dinero que obtenía haciendo pan no le permitía sostener a su familia. Hoy su situación indudablemente es mejor pues ha escalado algunos puestos políticos en Zapopan.
René Bolaños, también de Ahuacatlán, aprendió a fabricar bolillos, conchas y polvorones desde muy pequeño con la orientación de sus hermanos mayores. Ahora ningún miembro de ese clan se dedica a ese oficio. Uno de ellos reside en los Estados Unidos, otro más se desempeña como obrero de una fábrica en Guadalajara, Jalisco, mientras que René goza de un importante cargo a la compañía Motorola.
“El bajo salario te impide sostener el estudio de los hijos, vestirlos, pagar luz, agua y otros gastos”, comenta al respecto Rafael Montes, quien lleva muchos años profesando el oficio de panadero. La situación es la misma que afrontan miles de trabajadores en el país; el problema económico nos afecta a todos, pero a unos más que a otros.
En Ahuacatlán resulta muy difícil encontrar a un obrero de la harina. Anteriormente las panaderías se saturaban de aprendices. Hoy casi nadie se interesa. Y así por ejemplo, la panadería “La Mejor”, de Elías González, emplea a su propia familia. Y lo mismo sucede con la panadería “San Miguel” de la familia Nieves, la cual ah ido de generación en generación, como resistiéndose a morir.
Alberto Rodríguez, panadero ya retirado”, dice que vivió otros tiempos y reconoce que ha cambiado mucho esta labor. “Hay evoluciones, antes batíamos las masas a “puro pulmón”, encajando ambas manos. Ahora la mayoría de las panaderías utilizan maquinas.”
El sabor del pan tampoco es el mismo de antes. Y es que la materia prima era de mejor calidad; harinas, grasas, vegetales; e incluso el horno, dado que los hornos se calentaban con leña natural; pero hace algunos años a la fecha se ha venido utilizando el gas y los hornos electrónicos.
Sabroso era el pan que elaboraban por ejemplo “El Perón”, el “Juanillo”, Chema Pérez, “Corderito”, “El Solovino”, Abel y Félix Mares, don Rafael Nieves, el Chato Larios, Andrés Ruiz, etc., etc…
El futuro de los industriales del pan se antoja difícil pues además de la competencia hay que sumar el incremento a los insumos, como en el caso de la harina, la cual registró un aumento del 100 por ciento en noviembre pasado.
No obstante, los actuales panaderos como Frank Nieves y Raúl Sandoval, como El Machín y don Salustrio; como Toño y Luis González, o como Kiki y Oscar Pérez, siguen batallando contra las adversidades que se les han ido presentando; pero ahí están, dale que dale a la harina, elaborando hojaldrados, feité, bolillos, conchas, novias y chilindrinas…
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