Ahuacatlán/Jala, enero 05.- (Francisco J. Nieves Aguilar).- La aparición de nuevas fumarolas en el Volcán El Ceboruco ha despertado curiosidad en algunos, temor en otros, e indiferencia en la gran mayoría de las familias que radican en los municipios de Ahuacatlán y Jala.
No es una noticia para alarmarse, dicen los expertos, pero éste es un caso que no se veía desde hace mucho. Al parecer son dos fumarolas más, las que recién aparecieron en este volcán, muy cerca de donde se aprecian las ya existentes.
El descubrimiento al parecer ocurrió hace ya algunas semanas, según lo informaron fuentes cercanas a la presidencia municipal.
El vapor que emana de estas fumarolas es menor, lo cual hace suponer que no existe riesgo alguno, según lo señalan los expertos. “Cuando son vapores no hay daño, pero si junto a esos vapores salen grandes cantidades de gases tóxicos en altas concentraciones, pueden provocar daños a personas y animales que se encuentran cercanos al cráter”, apuntan.
El suceso apenas se está dando a conocer, sin que se hayan registrado hasta el momento niveles de alarma.
Los volcanes –hay que recordar—siempre representan un riesgo y por lo tanto, preventivamente debemos conocer los peligros que puede presentar el volcán más cercano a nosotros, aunque es poco frecuente que un volcán entre en actividad sin avisar, como ocurre con el Popo y con el de Colima.
La fuente señala que los vulcanólogos del Cenapred y de la Universidad de Guadalajara, constantemente realizan monitoreos en el volcán El Ceboruco, pero hasta el momento no han dado ninguna voz de alerta ante el eventual riesgo que pudiese representar la aparición de estas minúsculas fumarolas.
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