Dos folletos emitidos por la organización “Rescatemos Ahuacatlán”, revelan más detalles del Proyecto Ceboruco, dado a conocer ayer en la nota: “Causa expectación ‘fracking’ en el Ceboruco”.
En uno de los folletos donde se observa la imagen de unas manos rompiendo unas cadenas y una águila volando por arriba, se lee acerca del “fracking y gas shale” como proyecto de muerte, calificativo que también se le aplica al Proyecto Ceboruco en la información del otro ejemplar.
No obstante, rectificamos que para la instalación de una planta geotérmica se llegue a utilizar la fractura hidráulica es todavía incierta, ya que esa técnica se utiliza más recurrentemente para extraer petróleo o el ‘gas shale’, lo cual no es el objetivo de la empresa Mexxus RG.
Lo que sí es cierto es la autorización que emitió la Comisión Reguladora de Energía (CRE) el 20 de junio de 2013 para que Mexxus le venda energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) bajo la modalidad de pequeña producción, utilizando el calor del yacimiento geotérmico ubicado en el predio rústico denominado Las Norias, ejido de Ahuacatlán (Permiso E/1006/PP/2013).
De acuerdo a la cuarta cláusula del permiso que extendió la CRE, se instalará una central de generación eléctrica que estará integrada por un turbogenerador a vapor con capacidad de 30.00 MW, con una producción estimada anual de energía eléctrica de 237.60 GWh.
El Regional nuevamente intentó comunicarse con los ejecutivos de Mexxus en Mexicali, sin embargo la operadora indicó que hasta mañana miércoles estarían en la oficina. Todo esto con el objetivo de investigar sobre los métodos para la perforación del pozo y la extracción de los fluidos para la generación de energía, pues se sabe que el fracking es actualmente una técnica eficaz en la geotermia para obtener mejores resultados de la corteza terrestre.
Se utilice o no la estimulación hidráulica en la futura planta eléctrica, hay grupos que sostienen que el ácido sulfhídrico – que se detecta por su olor a huevo podrido – la emisión de dióxido de carbono, con aumento del efecto invernadero, contaminación de aguas por arsénico, amoniaco, entre otros, podrían causar enfermedades, daños a la agricultura y el medioambiente.
Refieren como ejemplo 72 demandas que se interpusieron en Baja California por la planta geotérmica de Cerro Prieto, y en donde señalan que las lagunas de oxidación de la geotérmica han dañado los canales Nuevo Delta y Reforma, convirtiendo el agua en un elemento nocivo para el consumo humano, animal y agrícola, además de los hundimientos de parcelas, ensalitramiento de suelos, alteración en la calidad del aire, etcétera, todo en un rango de 230 hectáreas contiguas a Cerro Prieto.
Igualmente, se habla de vecinos y productores agrícolas que apuntan a la planta como causante de diversas enfermedades que van desde el cáncer, leucemia, sordera, enfermedades renales, que, en todo caso pueden ser especulaciones; sin embargo, se dice que la mayoría de los habitantes padece de asma bronquial.
La geotermoeléctrica iniciaría obras de desarrollo en Ahuacatlán en octubre de 2014, y se contempla que el inicio de operación comercial sea en el tercer trimestre de 2016. En este caso, hablamos del primer campo geotérmico privado en el país para generar electricidad de uso residencial y comercial; aunque la CFE siga siendo la única proveedora para los ciudadanos.
México se sitúa en el cuarto lugar de producción de energía geotérmica por debajo de Estados Unidos, Filipinas e Indonesia. Esto se explica porque la mayoría de los recursos geotérmicos se encuentran en el “Cinturón de Fuego”, zona formada por las costas del Pacífico con gran actividad sísmica y volcánica debido al hundimiento de una placa tectónica bajo otra.
Y aunque desde hace 40 años México utiliza recursos de geotermia, hace poco la iniciativa de leyes secundarias de la Reforma Energética busca regular al sector para darle certeza a las inversiones privadas.
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