Fernanda Francisco –la mujer de las dos “efes”- proviene de una comunidad llamada Tlacomulco que se ubica cerca de Toluca, en el Estado de México. Esta es la tercera vez que viene a Ixtlán para vender banderas y objetos alusivos a las Fiestas Patrias.
Todos los objetos que vende los fabrican en su estado, en donde después en grupos se dispersan por diferentes partes del país.
A Fernanda la encuentro expendiendo sus productos en la plaza Eulogio Parra. Se sorprende al notar nuestra presencia y de inmediato se pone a la defensiva. Supone que somos inspectores o algo por el estilo.
Ahí la abordamos, y aun que con ciertas reservas comentó que llegó a Ixtlán en la última semana de agosto… y desde ese entonces ha estado vendiendo en las calles los objetos con motivos patrios.
Precisó que en su grupo son seis personas, incluyendo al jefe que tramita un permiso para trabajar en las calles de la ciudad y después se ubican en puntos estratégicos para llevar a cabo sus ventas.
Al inicio de la temporada –añadió- después de que su jefe obtuvo el permiso para comercializar los objetos, se instalaban cada tercer día, pero conforme fueron avanzando los días y faltando poco tiempo para las Fiestas Patrias ahora se establecen diariamente.
El grupo de vendedores que viene desde el Estado de México se queda en un cuarto en donde tienen todos los servicios y allí habitarán hasta que pasen los días 15 y 16 de septiembre.
Es difícil acostumbrarse a la comida que se vende aquí ya que es muy diferente como las tortillas, frijoles, comida típica y tradicional de la zona centro del país como el huitlacoche y los quelites.
Comenta que hace algunos días uno de los vendedores tuvo que regresar por más mercancía y así aprovecharon para encargarle algo de comer y que no les “caiga mal al estómago”.
Desde temprano se llegan a instalar en los diferentes puntos de la cuidad para aprovechar todo el día y vender lo más que se pueda. Trata de acomodar todos los artículos a la vista de las personas para que se vean lo más atractivos posible.
Los artículos que comercializa son banderas, sombreros, adornos para puertas, banderines, escudos, tiras de plástico tricolores, adornos para coches, trompetillas, matracas, moños, prendedores, espuma en spray y rehiletes, entre otros objetos.
Los precios varían según el tamaño y el objeto; lo más caro es una bandera de 350 pesos y la más pequeña tiene un valor de 20 pesos y es la que más se vende.
Las ventas son lentas y el artículo con mayor demanda son las banderas medianas que cuestan 60 pesos. “Las ventas están muy bajas; y si sigue así mejor me voy a regresar”, señala la mujer.
Finalmente, dijo que espera que mejoren las ventas, aunque sin dudar el mejor día para ello será la noche del 15 de septiembre, cuando se dé el Grito de Independencia en la plaza de armas.
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