Empresarios, comerciantes y ciudadanos exigen atención a una necesidad que lleva años sin resolverse.
AHUACATLÁN.
En Ahuacatlán, la voz de la comunidad se eleva con más fuerza que nunca. Empresarios, comerciantes, servidores públicos y profesionistas han unido esfuerzos para reiterar una solicitud que parece no encontrar eco en las instituciones correspondientes: el establecimiento de una sucursal bancaria en la ciudad.
Desde hace varios años, Ahuacatlán carece por completo de bancos, lo que obliga a cientos de cuentahabientes a desplazarse a Ixtlán, generando una serie de contratiempos y gastos innecesarios.
Esta situación afecta no sólo la economía local, sino también la eficiencia de muchas actividades cotidianas.
La petición más común se inclina por entidades como Bancomer, Banorte y Banamex, aunque en realidad, cualquier institución financiera sería bienvenida con los brazos abiertos por una población que se siente olvidada.

Aunque la ciudad cuenta con tres cajeros automáticos —dos ubicados en la presidencia municipal y otro junto a la gasolinera— estos presentan fallas constantes, ya sea por descomposturas frecuentes o por la falta de efectivo, lo cual agrava aún más la situación.
«Ahuacatlán merece tener una sucursal bancaria«, coinciden en señalar los habitantes. Su llamado no es caprichoso, sino una exigencia legítima basada en las necesidades reales de una comunidad que trabaja, produce y aporta.
La ausencia de una infraestructura bancaria sólida no solo limita el desarrollo económico, sino que también entorpece procesos tan básicos como el pago de servicios, la nómina de trabajadores o la realización de transacciones seguras.
En este contexto, la comunidad de Ahuacatlán espera que este llamado sea finalmente atendido. La presencia de un banco no sólo resolvería múltiples problemáticas actuales, sino que también enviaría un claro mensaje: que Ahuacatlán importa.
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