Su legado deportivo, académico y artístico permanece en la memoria de Ahuacatlán e Ixtlán.
AHUACATLÁN.
Al filo de las nueve y media de la mañana de este sábado 26 de julio, se reportó el sensible fallecimiento de J. Guadalupe Dávila Lucero, mejor conocido como “Lupito”, originario del barrio de El Salto, en la calle Mina de esta cabecera municipal.
Aunque en los últimos meses residía provisionalmente en Hermosillo, Sonora, bajo los cuidados de un familiar cercano, una complicación orgánica marcó el final de su existencia, a la edad de 70 años.

Lupito Dávila fue un personaje ampliamente conocido, no solo en Ahuacatlán, sino también en Ixtlán del Río y en toda la región sur del estado.
Su nombre está ligado de manera entrañable a la promoción del voleibol, disciplina que impulsó con pasión, organizando equipos, entrenando a generaciones enteras y participando activamente en torneos escolares y comunitarios.

Gracias a su empeño y disciplina, logró culminar la carrera de Licenciado en Turismo, sin dejar de lado su vocación artística, destacándose también como coreógrafo y ensayista de artes escénicas.
Su espíritu inquieto y generoso lo llevó a prestar servicios por muchos años en el CBTIS No. 27 de Ixtlán, donde dejó una huella imborrable como formador de numerosos profesionistas.
A pesar de haber vivido solo en su domicilio de la calle Mina, mantenía fuertes vínculos familiares y afectivos, especialmente con sus parientes en Hermosillo, ciudad donde finalmente ocurrió su deceso y donde actualmente está siendo velado y sepultado.
Hoy, Ahuacatlán y el CBTIS de Ixtlán están de luto por la partida de uno de sus hijos más queridos.
Su vida, dedicada al deporte, a la docencia y al arte, queda grabada en la memoria colectiva de todos aquellos que lo conocieron y lo admiraron.
DESCANSE EN PAZ, LUPITO DÁVILA.
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