IXTLÁN DEL RÍO
Mientras que diciembre se reconoce como el de mayor confluencia en el comercio, enero se distingue en ese mismo aspecto en la demanda que tienen las instituciones de crédito; entre las que se cuentan los bancos, las casas de cambio, las sociedades financieras y las casas de empeño.
Efectivamente, una vez que acabaron las fiestas decembrinas, muchas personas quedaron insolventes o iniciaron el año descapitalizados para realizar sus proyectos o solventar los gastos comunes, por lo que dejándose llevar por soluciones inmediatas, han comenzado a llenar las solicitudes de crédito que para el efecto los bancos promueven en volantes, comerciales o, inclusive, perifoneo.
Entre los más concurridos están las casas de empeño, ya que la mayoría posee joyas u otros objetos electrónicos o de duración indefinida que pueden empeñar a cambio de un préstamo. Una válvula de escape que a la postre podría resultar perjudicial.
Y es que de acuerdo a la experiencia los primeros dos meses del año se caracterizan por un alza generalizada de los productos, lo que conlleva una inflación y la temida cuesta de enero.
Bajo ese tenor, especialistas del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, afirmó que la mayoría de la gente no acostumbra prever gastos futuros cuando en diciembre se reciben aguinaldos, fondos de ahorro, bonos y otros ingresos en efectivo que le dan seguridad al trabajador para hacer compras.
[su_quote]Debido a estos bonos, en diciembre hay mayor capacidad de compra. Existe una idea irracional: creer que uno tiene más dinero y posibilidades de consumo, sin analizar lo que vendrá después. Cuando llega enero nos damos cuenta de que se trataba de una ilusión monetaria que no corresponde a nuestros ingresos normales y vienen dificultades para solventar los gastos generados durante el fin de año.[/su_quote]
En el caso de Ixtlán, en los últimos seis años han aumentando significativamente las alternativas para pedir un préstamo. Sólo a través de la avenida Hidalgo, se pueden contar al menos una decena de instituciones de crédito, incluyendo a casas de empeño, que con distintos requisitos otorgan créditos a tasas de interés que van del 2.5 por ciento mensual, hasta el 10 por ciento.
Por todo lo anterior, se debe ponderar con mucho cuidado el tipo de crédito que pudiera ayudar a salir de una situación económica “realmente” urgente, y las condiciones que la institución crediticia le está imponiendo.
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