ROSA BLANCA.- Con mucha alegría y entusiasmo los habitantes de Rosa Blanca pondrán el próximo sábado punto final a su tradicional Feria del Durazno, contando con un programa festivo muy completo; que incluye, entre otras cosas, competencias deportivas, peregrinaciones, un jaripeo y un baile jaripeo, por la tarde y noche.
De esta forma, entre el olor a pino y roble, en la frescura de la sierra, los hijos ausentes de Rosa Blanca, y los habitantes de las comunidades circunvecinas de Francisco I. Madero, Cofradía, Los Aguajes, Pueblo Nuevo, San Miguel, y demás pueblos de los municipios aledaños, disfrutarán de una amena celebración; iniciando con una misa de alba, que luego proseguirá con un ritual religioso, en donde se pasea a la Virgen de “Santa Rosa de Lima”, patrona del lugar.
En esta fiesta del pueblo destacará por supuesto la presencia de la recién electa Reina de la Feria del Durazno, Ingrid Seméjar, junto con su princesa, Briseida Solís; pero también asistirán las autoridades municipales, quienes por cierto no han escatimado esfuerzos para apoyar al Comité de Acción Ciudadana y a las autoridades auxiliares de este pintoresco pueblecillo que se localiza al pie de la Sierra Madre.
Por la mañana habrá encuentros deportivos, y a eso de la una de la tarde tendrá lugar el divertido “Toro de Once” para luego proseguir con el jaripeo y concluir ya por la noche con el baile de gala.
Bajo la sombra de los caseríos de adobe y teja o sentados sobre las guarniciones de concreto de la plaza, los paseantes se sumirán pues a este festejo que se celebra cada 23 de agosto.
En chiquigüites, tendidos en el suelo, en costales, en cubetas o cualquier otro recipiente, los duraznos de la raza criolla que se producen en Rosa Blanca inundarán las pedregosas calles del poblado, mientras la música de banda se dejaba escuchar por todos los rincones.
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