Entre fervor, ciclismo y pirotecnia, la comunidad vive días de encuentro y celebración.
SANTA ISABEL.
En Santa Isabel, la palabra que define estos días, es fiesta. Desde tempranas horas hasta bien entrada la noche, la plaza pública y la cancha del lugar se han convertido en centros de reunión masiva, donde vecinos y visitantes disfrutan de una agenda repleta de eventos para todos los gustos.
Entre las múltiples actividades, la que ha brillado con luz propia dentro del marco de los festejos patronales ha sido sin duda la «Ruta de la Caña», una convocatoria ciclista que logró reunir a más de trescientos participantes, llenando de energía y movimiento las calles de la comunidad.
Las fiestas continúan y cada jornada se distingue por la presencia de gente de aquí, de allá y de más allá, en una mezcla vibrante de lo religioso y lo pagano que, lejos de dividir, ha logrado unir a Santa Isabel en un solo espíritu de celebración.
En cuanto al sentido religioso, este viernes 23 de mayo será el turno del barrio del Molino, también conocido como colonia Obrera, para rendir homenaje con una misa de alba a las 6 de la mañana.

Posteriormente, se ofrecerá un convivio comunitario, a eso de las 7 de la mañana. Y a las 5 de la tarde su tradicional peregrinación.
La jornada concluirá con la quema del castillo y un espectáculo de fuegos pirotécnicos que promete iluminar el cielo y el corazón de los asistentes.
La fiesta en Santa Isabel no se detiene. Continuará hasta el jueves 29 de mayo, cuando se celebre el día del Señor de la Ascensión, santo patrono del lugar, coronando así una semana intensa de devoción, convivencia y alegría popular.
Santa Isabel confirma una vez más que cuando el pueblo se une en torno a sus tradiciones, el resultado es una celebración auténtica que enriquece el alma y fortalece la identidad.
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