
Las recientes revisiones del proyecto de salvamento de la zona arqueológica denominada, “La Pitallera” , “Tonanitéchi” y “El Ceboruquito” en Ahuacatlán, fueron valoradas y dictaminadas oficialmente el pasado dos de junio en la Ciudad de México por el gabinete responsable de INAH, el cual arrojó importantes descubrimientos de especial interés en relación a nuestra historia regional primigenia.
El dictamen final entregado habla de “un gran sitio arqueológico que se encuentra asentado en el lugar a lo largo de 2 km. Entre el km. 5+100 al 5+450 y del 4+260 al 5+900 del trazo”.
Respecto a su riqueza el dictamen indica: “Se trata de un sitio arqueológico extenso con presencia de arquitectura compleja y monumental. Se encuentra formado por diferentes grupos arquitectónicos con presencia de grandes plazas, montículos, pirámides y estructuras arquitectónicas de diversos tipos, canchas para el juego de pelota, lo mismo que unidades habitacionales, áreas de panteones, caminos de acceso al sitio, yacimientos y talleres de basalto, terrazas, plataformas y muros de contención; así como conjuntos líticos y petrograbados”.
Cabe señalar que desde el 27 de Febrero de 2012 el L.D.C. Armando Santa Cruz Ruiz, delegado de INAH, giró instrucciones al ingeniero Federico Eduardo Díaz Avalos; director general del Centro SCT Nayarit para corroborarles la suspensión temporal preventiva.
Posteriormente se hizo notar que, debido al daño patrimonial severo e irreversible debido a que el trazo atraviesa el área nuclear tanto de la Necrópolis como de toda la zona de plazas principales, se recomendara la suspensión y reubicación del trazo fuera del sitio arqueológico.
– “No se trata de solamente 20 cistas funerarias, sino de más de 200 y por ende de varios cientos de piezas arqueológicas invaluables dentro de ellas solo en La Pitallera”, indicó un investigador experto.
La semana pasada se inició la reconstrucción de un palacio de aproximadamente 30 metros de largo a cargo del arqueólogo estadounidense agregado Michael Mathewitz, y la apertura de varias tumbas de tiro de donde se obtuvo joyería de alabastro, conchería, caracoles y obsidiana blanco.
La plataforma principal de más de 50 metros de largo y 7 de alto, datada de antes del preclásico entre el año 300 antes de Cristo y 200 Después de Cristo, se ve afectada en un 50 % de su base lítica de forma severa.
El Ayuntamiento, ejidatarios y empresarios extendieron el 14 de Mayo del año en curso una formal solicitud al delegado del INAH C. Othón Yaroslav Quiroga G. a fin de preservar el sitio extendiéndole a la vez dicha solicitud a La S.C.T. para que se reconsidere la reubicación del trazo, o, en su caso, para que se construya un Parador Turístico con acotamientos y señalamiento en el lugar sobre dicho patrimonio nacional.
Se hace un exhorto al señor gobernador Roberto Sandoval a fin de no dejar pasar esta oportunidad de desarrollo turístico, cultural y arqueológico que, en su conjunto, enriquece y complementa los proyectos productivos que caracterizan su administración en Nayarit.
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