AMATLÁN DE CAÑAS.- El peligro de transitar por la carretera Ahuacatlán – Amatlán de Cañas se incrementa en cada tormenta. Los derrumbes son constantes y cada vez más grandes.
El viernes por la tarde ocurrió uno que impidió el paso a los automóviles. Ese mismo día una máquina del Ayuntamiento removió los escombros para despejar el camino.
Sin embargo no tardó mucho en que nuevamente se registrara otro alud de lodo y piedras. Los deslaves son constantes y a veces las rocas que caen pueden poner en riesgo la vida de quienes viajan.
Protección Civil y otras corporaciones de auxilio se aprestan para cualquier contingencia que pase. No obstante la recomendación es escoger rutas alternas como la carretera que conduce a Amatlán por el camino de Uzeta; o bien, viajar a bajas velocidades y evitar hacerlo mientras llueve.
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