Sin contratiempos, la fe llevó a los contingentes hasta sus destinos sagrados.
AHUACATLÁN.
Las tradicionales peregrinaciones en honor a la Virgen de Guadalupe, realizadas ayer por los fieles de Ahuacatlán, transcurrieron sin incidentes y con un profundo sentido de devoción.
Los peregrinos se encaminaron rumbo a La Barranca del Oro y a Las Guásimas, partiendo al filo de la medianoche con sus corazones llenos de esperanza y fervor.
Con frío intenso de la madrugada pero bien abrigados, algunos apoyados con la clásica «burrita», recorrieron los senderos que los llevaron hasta sus destinos.
Antes del amanecer, los contingentes lograron su objetivo, donde se les recibió con bebidas calientitas que aliviaron el frío del trayecto.
Frente a la imagen de la Virgen, elevaron sus oraciones con gratitud y renovaron su fe antes de emprender el camino de regreso.
Por la noche, la celebración continuó en el centro de Ahuacatlán, con un evento organizado por el gobierno y el DIF municipal.
La zona se llenó de vida con la presentación de los talentosos bailarines de la academia de baile «Palú», quienes deleitaron al público con sus actuaciones.
Además, se repartieron bebidas calientes entre los asistentes y se realizó una rifa de regalos que añadió alegría a la velada.
La jornada fue un ejemplo del profundo compromiso de los ahuacatlenses con sus tradiciones y su fe, uniendo a la comunidad en torno a la Virgen de Guadalupe en una celebración marcada por el fervor y la esperanza.
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