El deterioro se extiende por calles emblemáticas, evidenciando la problemática en la conservación de viviendas en la localidad.
AHUACATLÁN.
En las pintorescas calles de Ahuacatlán, la realidad urbana se ve empañada por la presencia creciente de casas abandonadas y en estado deplorable, un fenómeno que afecta a los cuatro barrios de esta comunidad. Desde techos caídos hasta bardas ladeadas, la desolación se ha apoderado de innumerables inmuebles, revelando un preocupante descuido en su mantenimiento.
Un claro ejemplo de esta problemática se encuentra en la calle Morelos, entre Colón y calle Trabajo, perteneciente a los barrios de El Salto y del Chiquilichi, donde al menos 10 fincas llevan años en total abandono.
La imagen se repite en la calle Juárez del barrio de La Otra Banda, con no menos de 15 construcciones deterioradas y deshabitadas.
Desde la salida hacia Amatlán hasta el final del barrio del Chiquilichi, la proliferación de fincas en mal estado es evidente, afectando también a calles como Morelos y Miñón, Amado Nervo y 20 de noviembre, Guerrero y Zaragoza, Oaxaca y Durango.
Esta desoladora realidad plantea interrogantes sobre la gestión y atención a la conservación del patrimonio urbano en Ahuacatlán.
Vecinos y transeúntes expresan su preocupación por el impacto visual y estructural que estas casas abandonadas generan en la comunidad, instando a las autoridades locales a tomar medidas inmediatas para abordar esta problemática y revitalizar estas áreas de la localidad.
La situación, que parece extenderse por diversos sectores de Ahuacatlán, deja entrever la necesidad de implementar estrategias y políticas que fomenten la preservación de viviendas históricas y eviten la proliferación de inmuebles en estado de abandono.
La comunidad espera respuestas y acciones concretas para revertir este panorama y restaurar la belleza arquitectónica que caracteriza a Ahuacatlán.
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