— Artículo publicado el 15 de abril de 2005 —
A 48 AÑOS DE SU MUERTE
Extrañados en mi familia me preguntan si no me hostiga ver una y otra vez los filmes de Pedro Infante. Pero yo pienso que es como ir en esta temporada a las albercas o para muchos meterse al mar, para otros comer chocolate o hacer ejercicio religiosamente en el gimnasio. El séptimo arte, como en todas las artes a las que uno puede ser aficionado, no indigestan.
Cada vez aprendo algo del Ídolo de Guamúchil. Para mí sigue siendo el actor que mejor ha interpretado un papel en la película “Ustedes los Ricos”, dónde se cuenta que aún después que el director cortó la escena dónde su hijo, El Torito, muere en un incendio, Pedro Infante seguía llorando inconsolable, sollozando, al grado que se tuvo que apartar para que se desahogara como se lo recomendó su tutor, Ismael Rodríguez.
Al reaparecer en el estudio de grabación, comentan quienes allí estuvieron, Pedro fue ovacionado, aplaudido y admirado.
- “¿No exageré”, le preguntó Pedro a Ismael?
- No Pedro te salió muy bien. Mira cómo todos te aplauden.
Hoy se cumplen 48 años de aquel trágico accidente aéreo que segó la vida de un nonato inmortal. Fue en Mérida, Yucatán, cuando él mismo subió como copiloto rumbo a la ciudad de México, a fin de presentarse a una audiencia con un juez que anulaba el matrimonio con la actriz Irma Dorantes.
En sus películas protagonizó e interpretó a sacerdotes, rancheros, jefes revolucionarios, soldado, empresario, carpintero, y hasta a un hombre salvaje que aprendió sus primeras letras en la edad adulta.
Siempre se le identificó por ser un hombre mujeriego dentro y fuera de escena. Grabó más de 350 canciones. Las que más se escuchan con regularidad son “Armocito Corazón”, “Cien años”, “Mi Cariñito”, Ella”, “Tu recuerdo y yo”, “Dios nunca muere”, “Farolito”, “Cuando sale la luna” y por supuesto, “Las Mañanitas”.
Actuó con grandes actores de su tiempo; como los hermanos Soler, Víctor Manuel Mendoza, Abel Salazar, Marga López, Sara García, Carlos Orellana, Fernando Soto “Mantequilla”, Oscar Pulido, Prudencia Grifell, Luis Aguilar, Libertad Lamarque, Antonio Badú, Silvia Pinal, Miroslava, Charito Granados, Carmen Sevilla, Evita Muñoz, y las mujeres más bellas del mundo: Sarita Montiel y María Félix. Además de ser gran amigo de su compañera eterna, con quien también sostuvo un romance en la vida real: Blanca Estela Pavón “La Chorreada”, quien murió antes que él también en un accidente aéreo, y en el que el mismo Pedro ayudó en las labores de rescate.
¿Quién no recuerda la trilogía: Nosotros los Pobres, Ustedes los Ricos y Pepe el Toro? ¿Cómo olvidar a “Los tres García” o a “Los tres Huastecos”? Quedan para siempre esas frases de Pedro: “Aaalgame Diooosss”… “Hay calor, ya me volviste a dar” … “¡Que me las traigan, porque si voy por ellas me quedo verdá de Dio!”… y luego: “Yo te quero ma que mis ojos… porque mis ojos ti vieron” …
En cada película de Pedro Infante puede usted encontrar algún adagio. ¿Tiene un padre o un esposo mujeriego y machista?; dígale que vea “La Oveja Negra”. ¿Quiere aprender a conquistar a una mujer?, póngase a ver “El mil amores”, “Cartas Marcadas”, “Pablo y Carolina” o “El enamorado”. ¿No aquilata lo que es la amistad?, Vea “A toda Máquina” y “Que te ha dado esa Mujer”. ¿Conoce a una mujer presuntuosa?, invítela a ver “Necesito Dinero”. ¿Cree que ya no hay hombres de palabra que no saben dar amor?, vea “Tizoc”. ¿Tiene problemas matrimoniales? No se preocupe en “El Inocente” encontrará una guía para mantener su matrimonio.
Ahora que si gusta usted de ver cómo se hacía justicia durante la época de los hacendados porfiristas y posteriormente la Revolución Mexicana, ahí están “Las Mujeres de mi general”, “Ahí viene Martín Corona”, “El Himno Nacional”. Si por el contrario tiene vocación por el sacerdocio, puede ver “El Seminarista”. ¿Es poeta, cantante o escritor?, ahí está “Sobre las Olas” o “Escuela de Música”.
Pero sin duda, las películas que más proverbios contienen son la “Trilogía de Pepe El Toro” y una que recomiendo bastante que se titula “La Tercera Palabra”, pues ahí conoce usted la esencia de la moral, de la muerte, de Dios y del amor.
Pedro Infante hizo un peliculón en estas tierras nayaritas que se llamó “Las Islas Marías”, que fue dirigida por uno de los cineastas y directores más grandes que ha tenido México: “El Indio Fernández”.
Ahora le sobreviven sus hijos con la bailarina Guadalupe Torrentera e Irma Dorantes, su último gran amor. Pero tuvo una mujer que siempre lo apoyó desde el inicio y a la que siempre amó profundamente, su esposa: María Luisa León.
Hay mucho que decir de Pedro Infante, pero sólo quiero reiterar el dicho que siempre se ha difundido por todos lados: “Señores: Pedro Infante nunca muere”.
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