Creo que fue en enero del 2009 cuando lo conocí. Su mirada y su talente en sí, imponían. Algún conocido lo envió a mi domicilio. Llegó y, tras presentarse, se sentó en el viejo sillón azul que se encontraba en la sala.
Lo acompaña Alex, un muchacho calculador de piel blanca y complexión delgada. De inmediato “la soltaron”: “Queremos invitarte a un retiro psicológico espiritual”.
Tratando de convencerme permanecieron aquí por espacio de una hora. Me contó que había sido Federal de Caminos, que su vida había sido un desastre, que varias veces estuvo a punto de morir debido a algunas complicaciones orgánicas y que ahora se dedicaba a ayudar a las personas enfermas de alcoholismo y drogadicción, pero también a gentes con problemas emocionales.
En aquel entonces yo estaba recién operado. Días antes había donado mi riñón derecho a mi hijo mayor, pero desde mucho antes yo enfrentaba fuertes problemas emocionales derivadas tal vez de todo el proceso de trasplante.
De momento les dije que no me interesaban sus retiros. Sin embargo no pasaron muchos días cuando, de pronto, me vi encerrado en una enorme finca que se ubicaba en la periferia de Compostela.
Tres días bastaron para darme cuenta de muchas cosas que estaban afectando mi vida personal. Tres días bastaron para encontrar ese caminito que había estado buscando y que no podía encontrar ni acudiendo con psicólogos, terapeutas y ni siquiera psiquiatras.
Ahí en ese encierro psicológico espiritual logré liberarme de muchos problemas que agobiaban mi mente. Simple y sencillamente me transformé, gracias pues a esa persona que me visitó en casa. ¿Su nombre?: Ramón Gradilla.
Curiosamente Ramón y Alex dejaron ya esta vida terrenal. Alex murió hace alrededor de año y medio. Dicen que eligió la puerta falsa. Y Ramón, Ramón falleció apenas el pasado viernes por la mañana. Ambos descansan ya en paz.
Fue Ramón el artífice de la agrupación denominada “Iniciar con Responsabilidad” dedicada a ayudar a los enfermos de alcoholismo y drogadicción, pero también a los enfermos con problemas emocionales, cuál fue mi caso.
Tras esa Experiencia me vi con deseos de ayudar a otras personas de la región sur. Fue así como nació también el grupo en esta zona. Incluso buscamos una finca donde establecernos y la cual encontramos casi de inmediato, a un costado del centro social Rio Verde, en el barrio de La Otra Banda de Ahuacatlán.
El grupo siguió en activo durante casi siete años y fueron decenas de personas las que ayudó Ramón, rescatándolos de los vicios o de problemas emocionales. Algunos incluso siguieron sus pasos adoptando el mismo método, del que se dice surgió en Minnesota, Estados Unidos.
Gracia a él son ahora hombres o mujeres de bien, gente estable, alejadas del alcohol o de las drogas. Por eso ahora desde este espacio externo mi más sentido pesar y envío por este conducto mis condolencias a su familia, amigos y compañeros de “Iniciar con Responsabilidad”.
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