Está jalando parejo”, celebran los agricultores ante un prometedor ciclo de lluvias.
IXTLÁN DEL RÍO.
«La milpa está jalando parejo», dice con una sonrisa en el rostro Jesús Reyes, campesino de Ixtlán del Río, quien, como muchos otros productores del campo, observa con satisfacción el buen temporal de lluvias que ha bendecido las tierras del municipio en las últimas semanas.
«Ojalá y siga lloviendo bonito», añade don Chuy, reflejando el sentir colectivo del campo ixtlense, donde reina la esperanza de un ciclo agrícola favorable y cosechas generosas.
Y es que aunque los espacios de siembra ya no son tan amplios como antaño, lo cierto es que las milpas lucen verdes y vigorosas.
Lo mismo ocurre con los cerros, donde los árboles, pastizales y matorrales también muestran un verdor revitalizado que embellece el paisaje y anuncia abundancia.
Los agricultores de Ixtlán mantienen la fe puesta en el cielo, confiando en que las lluvias continúen con la misma intensidad y regularidad.
Para ellos, cada gota es una promesa: de alimento, de trabajo, de continuidad en una tradición que forma parte del alma de este pueblo del sur nayarita.
Así, mientras el agua cae y la tierra responde, el campo de Ixtlán late con fuerza y con esperanza. Porque cuando la milpa jala parejo, el corazón del pueblo también florece.
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