JALA
Al paso de la mula y el son de la banda, los jaleños se abrieron paso por las callejuelas del Pueblo Mágico. Por unas horas los rostros bronceados de los lugareños se tornaron blancos por la harina que se expelía por los aires con motivo de la festividad.
Cuadrúpedos de todo tipo: yegua, caballos, burros y hasta perros, iban por el frente y a la zaga de la comitiva. Niños y jóvenes, mujeres y hombres de toda edad, dieron vida a La Leñadera de esta año que contó con la participación del presidente Carlos Carrillo y su homólogo de Bahía de Banderas, Jaime Cuevas.
Con paliacate en cuello, sombrero de palma y la banda distintiva de la celebración, ambos alcaldes también repartieron el polvo por donde pasaban. No se trataba de pedir permiso, ¡faltaba más!, sino de coger por sorpresa a quienes solo querían curosear el paso de la caterva.
Por esta vez la tradición no solo se satisfizo, sino que se reforzó con una ingente participación que fue seguida a través de diferentes medios de comunicación.
Discussion about this post