AHUACATLÁN. – A pesar de ser una comunidad pequeña, los conflictos entre vecinos del poblado de La Campana a veces se salen de control, tal y como ocurrió a principios de esta semana como consecuencia de la escasez y disputa del agua potable.
El asunto pudo haber trascendido todavía más, pero la oportuna intervención de las autoridades municipales impidió que el problema pasara a mayores, aunque de todas formas se suscitó una bronca que llegó hasta los golpes. Así de grave estaba el asunto.
Y es que debido al estiaje y escases del líquido, las 70 familias que radican en la mencionada población tienen que ingeniárselas para recibir el agua potable a sus hogares dado que no existe una red distribuidora.
Los usuarios tienen que abastecerse por medio de sus propias mangueras que ellos mismos conectaron al pequeño tanque de almacenamiento y a través de la sectorización.
Pero resulta que algunos abrían las llaves y otros las cerraban; todo esto con el afán de agandallar el líquido. Eso fue lo que ocasionó que el problema se agudizara al grado de llegar hasta los golpes, como se menciona líneas atrás.
Enterados del caso, las autoridades municipales encabezadas por el presidente Chuyín Bernal, se trasladaron hasta la Campana. Dialogaron, escucharon reclamos de unos y de otros entre sí y al final se dirimió el problema bajo un acuerdo y una excelente noticia.
Por principio de cuentas se eligió un comité especial de vigilancia a efecto de que el agua llegue a todos los hogares bajo un esquema justo; y luego, el presidente municipal les soltó la buena nueva: la introducción de la red de agua.
De hecho se sabe que ya andan trabajando en eso, es decir en la colocación de tubería galvanizada que será conectada a cada casa. Así, el problema en general será resuelto de manera definitiva.
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