ZONA SUR.— Una insuficiencia respiratoria provocada por neumonía y una disfunción orgánica múltiple marcó el final del reconocido sacerdote Ramón Herrera Betancourt, quien gozaba de mucha estimación no solo entre la grey católica de la región sur, sino de la sociedad en general, por su sencillez, por su carisma y por muchas otras cosas más.
La participación de su deceso corrió a cargo de la Diócesis de Tepic, cuyos portavoces señalan que éste ocurrió el pasado lunes en la capital del estado, poco después de las dos de la tarde.
El cuerpo del Padre Ramón Herrera fue velado anteayer en la Parroquia de Santa María Goretti de la colonia Los Fresnos y ayer martes se ofició una misa concelebrada en el mismo templo parroquial.
Ayer mismo se le condujo a la Parroquia Corazón de Jesús y Virgen de Guadalupe, en Tecuala, de donde era originario.
Hoy miércoles será sepultado en el panteón de esa misma cabecera municipal después de la misa que en su honor se oficiará a partir de las 10 de la mañana.
El Padre Ramón tuvo a su cargo durante varios años el templo de Tetitlán, lugar donde supo ganarse a pulso la estimación y el cariño de los feligreses tanto de este poblado como de todas las comunidades aledañas.
“Que el Dueño de la mies le conceda el premio prometido a sus trabajadores fieles. Que su alma y la de todos los fieles difuntos, por la gran misericordia de Dios, descanse en paz. Así sea”, fue lo que postearon los voceros de la Diócesis de Tepic en relación a su fallecimiento.
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