Una celebración tradicional eclipsada por el evento infantil organizado por el gobierno municipal.
AHUACATLÁN.
El tradicional festejo de la Santa Cruz, en la emblemática «Cruz aparecida» de la calle Iturbide, en el barrio de La Otra Banda, vivió este año una jornada poco habitual: una notable disminución en la afluencia de asistentes.
A diferencia de años anteriores, la participación fue menor, dejando un ambiente más tenue de lo acostumbrado en esta fecha tan significativa para la comunidad.
Todo apunta a que la coincidencia de horarios con otro evento organizado por la presidencia municipal, bajo la dirección del alcalde Manolo Andalón, fue el factor determinante.
Mientras en La Otra Banda se celebraba la fe, en el centro de Ahuacatlán se vivía una fiesta infantil que atrajo la atención de muchas familias.
El festejo municipal inició con una caravana de autos que recorrió las calles del centro, seguida de un show infantil especialmente dedicado a los más pequeños.
Al final, los niños disfrutaron de antojitos típicos y recibieron regalos, generando una atmósfera alegre y colorida que captó una gran parte del público.

En tanto, en la «Cruz aparecida», el grupo Uriel y sus teclados amenizaba con su música la tradicional celebración, en la que también culminaba la actividad de «Los Cerritos». Sin embargo, a pesar del esfuerzo y la dedicación de los organizadores, el evento no alcanzó el brillo de años pasados debido a la escasa asistencia.
A pesar de todo, tanto la festividad religiosa como el evento infantil se desarrollaron sin incidentes, dejando una jornada tranquila, aunque marcada por la división de públicos.
La tradición sigue viva, pero este año quedó claro que las coincidencias pueden debilitar incluso las celebraciones más arraigadas.
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