ZONA SUR.— Con su hermoso vestido color rosa, su precioso manto azul–verde cubierto de estrellas. Con sus linfas anos ceñidas al vientre en señal de súplica, la siempre amada Virgen de Guadalupe recibe este día la adoración de los feligreses.
Una fecha muy especial para los mexicanos. No hay duda; para los que viven en la zona urbana y la rural, para los adultos, para los jóvenes y para los niños… porque la fiesta congrega a miles de católicos en los Templos, en el barrio, en la colonia, e incluso en forma particular; Ahuacatlán, Jala o Ixtlán… aquí allá y más allá.
“Este es un pueblo que ha demostrado ser Mariano y adorar a su virgen con fervor, desde lo más profundo de su corazón”, expresa el ixtleco Toño Ávalos, quien se apresta para velar a la Guadalupana en el Santuario de la calle Moctezuma, esquina con Justo Barajas.
Y agrega que esta celebración une a las familias; “Es una oportunidad para participar de los sacramentos de confesión”, apunta.
La Patrona de los mexicanos es homenajeada con una serie de actividades de diferente índole, pero con el mismo objetivo… Las Mañitas a la medianoche, rezos y cánticos, peregrinaciones, flores, juegos pirotécnicos e incluso kermeses.
En estos festejos participan cientos de familias, porque “honrar a la Virgen de Guadalupe es una bendición, un orgullo y una satisfacción enorme”; expresa Florentino Ríos, de Ahuacatlán –uno más que se involucra con toda devoción a esta fiesta religiosa-.
Desde el inicio del Novenario –o incluso antes– las familias participan en las romerías, en las alabanzas, en la adoración de la virgen, como ocurre con la familia Ventura, de Jala.
Las mujeres, niños y jóvenes salen detrás de la Virgen con veladoras en sus manos, luces de Bengala y flores, portando atuendos al estilo de Juan Diego, pantalón y camisa de manta, huarache y sombrero, junto con su ayate, mientras le dirige una mirada de amor y de fe a toda prueba.
Con un convencimiento pleno, llenas de fe, las señoras que han seguido estas tradiciones señalan: “Sentimos mucho gusto, mucha alegría. Tenemos mucha fe en la Virgen. La alabamos de todo corazón, dicen los hermanos Ramírez, de Ixtlán.
Así también los jóvenes expresan que desde que eran niños se les transmitió ese inmenso amor por “La Guadalupana” y sus tradicionales fiestas.
Con ese amor, con ese fervor, los católicos festejan hoy pues a la Santísima Virgen de Guadalupe, la “Morenita” del Tepeyac.
En Ahuacatlán culminan los festejos con las tradicionales peregrinaciones al Templo de San Francisco, en Amatlán resalta la fiesta que se celebra en La Barranca del Oro; en Jala son famosos los festejos que se realizan en el poblado de Coapan, y en Ixtlán del Río la gente se arremolina en El Santuario. Hay música, danzas, fuegos artificiales, etc…
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