Con gracia, inteligencia y carisma, conquista el certamen más esperado del año.
MÉXPAN.
La emoción fue palpable. La respiración de Fátima Jiménez se aceleró apenas se escuchó el veredicto final. Sonrió, primero con nerviosismo, luego con una alegría que pronto contagió a todos los presentes. Instantes después, abrazada por su madre y familiares, comenzó a saborear el triunfo sobre el suntuoso escenario donde se celebró el certamen de Reina de Méxpan 2025.
Ya con la banda que la acredita como soberana, Fátima se convirtió en el centro de todas las miradas. Su desempeño, tanto en las cuatro pasarelas —opening, dos apariciones en ropa casual y la siempre elegante pasarela en vestido de noche— como en la temida etapa de preguntas, fue decisivo. Aunque las tres finalistas respondieron con seguridad y claridad, fue ella quien acumuló el mayor puntaje a lo largo de la competencia.

El evento, que mantuvo de pie a los espectadores por su intensidad y expectativa, fue presenciado por cientos de personas del pueblo y comunidades vecinas.
La mesa de honor estuvo integrada por distinguidas personalidades, destacando la presencia de la síndico Blanca Balbuena, quien acudió en representación del presidente Memo Ramírez.
Aunque el comediante Jorge Miguel intentó amenizar la noche, su participación pasó a segundo plano. La verdadera atención se centró en las aspirantes y, especialmente, en la nueva reina: Fátima Jiménez.
Como princesas fueron elegidas Janeth Chávez y Yamilet Pérez, quienes también brillaron en cada etapa.
La elección de la reina marca el inicio de los festejos patronales en honor a San Juan Bautista, una de las celebraciones más importantes de Méxpan. Y con Fátima como figura central, todo apunta a que este 2025 será un año de orgullo, belleza y tradición para su comunidad.
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