AHUACATLÁN.— Peregrinaciones, danzas, carros alegóricos, rezos y cantos, niños vestidos al estilo “Juan Diego”, mujeres cargando entre sus brazos a sus bebés portando atuendos autóctonos, mariachi, fuegos pirotécnicos, café o canela, atole y tamales, ¡muchos tamales! Estas y otras cosas más fueron las que se conjugaron esta noche en esta ciudad por la celebración de la Virgen de Guadalupe.
Frio el clima, nublado desde el amanecer. Sin embargo, no fueron pocos los que se sumaron a esta fiesta guadalupana que inició desde el 03 de diciembre y que culminó este miércoles con una serie de eventos se tipo religioso y pagano.
En ese tenor, el presidente Agustín Godínez Villegas acudió en la víspera a la misa que poco antes de la medianoche se efectuó en el templo de San Francisco de Asís, para luego partir rumbo al poblado de La Barranca del Oro y sumarse en consecuencia a la peregrinación que los devotos de Ahuacatlán realizaron en aquella comunidad del municipio de Amatlán de Cañas.
Allá en La Barranca fue recibido por su homólogo Saúl Parra, pero antes, donó playeras a los peregrinos para después compensarlos con bebidas calientes y un rico menudo.
A su regreso continuó con sus tareas habituales y ya al oscurecer se apersonó junto con su esposa Sobeida en el exterior del templo de San Francisco para encabezar el evento cultural-religioso que se ofreció a los ahuacatlenses; todo ello bajo la organización directa del sistema DIF Municipal y de la Casa de la Cultura.
Los asistentes a este evento admiraron los bailes regionales y la música de un mariachi; pero además, el DIF Municipal ofreció a los asistentes tamales y atole; e igualmente se donaron, en una fraternal noche de fervor religioso.
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