LOS AGUAJES.― En la noche templada y serena el presidente Carlos Carrillo Rodríguez, encabezó junto con algunos regidores y funcionarios de esta administración el rompimiento de las Fiestas Patronales que en honor a la Virgen del Rosario de Fátima se realiza en este poblado que se encuentra enclavado en la Meseta de Juanacatlán.
De Francisco I. madero y de La Cofradía, de Rosa Blanca y de Pueblo Nuevo, de Jala y de Jomulco y hasta de Ixtlán del Río llegaron personas a esta localidad de Los Aguajes para sumarse a este inicio de fiestas, en una tarde-noche de regocijo y alegría.
Así, las vetustas y angostas callejuelas, con sus casas de adobe y tejado adornadas para la ocasión, son actualmente testigos y hasta éste 13 de mayo –la fecha principal– del trajinar cotidiano de la gente. Hombres y mujeres de piel morena, ojos y cabello negro que deambulan por el kiosco, por la calle principal, mientras escuchan la tambora, tuba y clarinete.
Por música no hay que parar. Las bandas abundan por doquier; aquí, allá y más allá, ¡Y qué buenos son para tocar!
Por eso, el pequeño templo del lugar luce en todo su esplendor, gracias al Comité de Acción Ciudadana y a las autoridades eclesiásticas.
El talento, la creatividad se vieron reflejados en los carros alegóricos. Las reinas de belleza engalanaron también este festejo, en un evento que se prolongó hasta la madrugada del día siguiente.
La fiesta pagana, sin embargo, se impregna con la fe religiosa, en una celebración de fe y devoción, como lo hacían nuestros antepasados.
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