AHUACATLÁN.― Una fuerte confusión es la que impera en la sociedad respecto a la pasividad y liderazgo de los partidos políticos, los cuales por cierto duermen el sueño de los justos –¿o injustos?–; pues en ninguno de ellos se palpa actividad alguna.
Las oficinas de unos y otros incluso permanecen cerradas y no se sabe si siguen funcionando en las mismas sedes o si ya cambiaron de ubicación. Y lo que es peor, pues esa ociosidad ha llegado a grado tal que ni siquiera se conoce quiénes son sus dirigentes actuales.
Las contiendas local y federal anteriores ocasionó heridas y resquemores en su militancia; por eso es que les urge resolver sus diferencias internas, tener acuerdos y empezar a posicionar personajes para los procesos posteriores.
Las oficinas del PRI hasta hace unos meses se ubicaban en la planta alta del Comisariado Ejidal mientras que las del PAN estaña situadas por la calle Allende, muy cerca del Jardín de Niños María Montessori; sin embargo esos locales están cerrados y tampoco se conoce quienes son pues sus dirigentes. Lo mismo sucede con el PRD y si acaso se salva MORENA cuya batuta fue tomada por Gabriel Montero.
Se dice que el PRI es liderado por Leticia Godínez, pero de manera interina. Sus militantes al parecer están a la espera de reestructurar sus organismos tanto a nivel nacional como estatal, para luego proceder al esquema local.
Del PAN casi nada se sabe. Las dos expresiones que fluyen al interior del mismo siguen sin ponerse de acuerdo; más aún ahora que se avecina la elección interna de su dirigencia estatal en la que figuran al menos tres pretensos.
Uno de ellos sería Juan Guerrero, quien en el pasado reciente le jugó una traición a una de esas expresiones, por lo que seguramente ahora le cobrarán factura apoyando a alguno de los otros dos. Pero así están de frías las cosas en los partidos políticos en este municipio.
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