AHUACATLÁN
A pesar de enlistarse entre los 15 volcanes más peligrosos de México, El Ceboruco no representa por ahora algún riesgo. “Está activo, pero dormido”, explicó el ingeniero, profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara, Carlos Suárez Plascencia, durante una charla informativa que se efectuó en la sala de cabildo de la presidencia municipal.
A esta reunión acudió personal de Protección Civil estatal y municipal, así como algunos regidores y funcionarios del cuadragésimo primer Ayuntamiento, contándose entre ellos al secretario municipal, Reymundo Sandoval.
Suárez Plascencia explicó que nadie quiere ver la furia de un volcán, mucho menos los que habitan en sus alrededores, pero aclaró que los volcanes pueden ser peligrosos, “incluso cuando no están en erupción; aunque es necesario entender que hay diferentes niveles de riesgo según el estado del volcán”.
Recordó que el volcán El Ceburoco lleva siete erupciones y que la última de ellas ocurrió entre 1870 y 1875, con la lava y las rocas que se formaron sobre la parte suroeste del mismo coloso, ahí donde está el parador.
De igual forma, informó que los sismógrafos que la UdeG tiene instalados en este coloso que se alza a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, sí han registrado algunos movimientos, “pero nada de cuidado por ahora”, recalcó.
De cualquier manera recomendó instalar una red sísmica permanente, lo que implica la construcción de estaciones, mantenimiento de la misma red y su operación, “esto es mediante una solicitud de financiamiento del FOPREDEN –Fondo para la prevención de desastres naturales–“.
Por eso mismo sugirió a las autoridades elaborar el Atlas Municipal de Riesgos y que esta “sea la base para diseñar el plan operativo del volcán El Ceboruco”.
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