AHUACATLÁN. – A casi dos años de haberse construido, el columbario que se edificó en el templo de la Inmaculada se encuentra en buenas condiciones y solo una de las cavidades sufrió un ligero daño al desprenderse la tapa; “aunque ya se ordenó su reposición”, indicó el titular de esta Parroquia, Pedro Guzmán.El religioso señala que hasta ahora la experiencia es buena, “mucha gente nos dice que la idea de construir este columbario ha sido muy acertada”, señala; y explica que la ceremonia que se ofrece a la familia es muy entrañable, “rezamos con ellos y el clima que se crea es muy acogedor”, añade.
Recordó que este columbario se compone de 100 cavidades en las que se podrán depositar los restos cinerarios de los difuntos, cada una con capacidad para cuatro urnas.
El citado sacerdote comentó que los costos se siguen manteniendo igual; es decir, no han subido de precio. Cada uno se cotiza a $ 8,000.00, siempre y cuando se pague al contado, pero los interesados en ellas tienen la posibilidad de adquirirlas por medio de abonos y un enganche, aunque en este caso se deberán de pagar 9 mil 600 pesos.
Ese espacio que sirve para guardar las cenizas de los difuntos que son cremados, constituye una alternativa distinta a lo tradicional; “es muy distinto venir aquí que acudir a un cementerio. Además, los feligreses pueden acudir siempre que quieren a rezar por sus familiares fallecidos y el trato que les ofrecemos es muy especial”, reconoce.
El citado columbario, se insiste, se encuentra en muy buenas condiciones en un espacio anexo al Templo de la Inmaculada, en el mero centro de la ciudad; y para su uso correcto las autoridades eclesiásticas emitieron un reglamento que contiene 12 puntos que deberán de cumplir sus propietarios.
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