AHUACATLÁN. – Con una popularidad que se arraigó aún más en la década de los 70´s y 80´s del siglo pasado, el sacerdote Luis Miguel Socorro Güereña Álvarez, sigue formando parte de este mundo terrenal. Sus fuerzas y su mente se encuentran severamente minadas, pero afortunadamente continúa en la lista de los vivos.
El referido prelado dejó desde hace algún tiempo el servicio sacerdotal. El alzheimer se posó irremediablemente en su cuerpo para alejarlo de toda actividad religiosa.
El “Padre Güereña” – como mejor se le identifica – se encuentra ahora bajo el resguardo de un Trinitario Sacerdotal de Guadalajara, Jalisco. En ese recinto se le brindan los cuidados necesarios. Ahí se alimenta y ahí se le ofrece también atención médica.
El citado recinto – cabe señalar –, es un lugar acogedor donde son atendidos sacerdotes enfermos o ancianos que no cuentan ya con familiares que se puedan hacer cargo de ellos.
Los huéspedes de este Trinitario están siempre conscientes de que viven la última etapa de su existencia. Tampoco es un hospital donde se tiene la esperanza de aliviarse y salir. No; se trata de sacerdotes de avanzada edad o enfermos que se preparan ya para un inminente regreso a la Casa del Señor.
No hace mucho el Padre Güereña – quien por cierto cumple justamente hoy viernes 19 de agosto 79 años de edad – recibió una agradable sorpresa: La visita de algunos sacerdotes de la parroquia de San Francisco de Asís, encabezados por el Padre Ramón Golláz y por el Señor Cura Pedro Guzmán.
Para trasladarse de un lado a otro – dentro del mismo Trinitario Sacerdotal – el Padre Güereña usa silla de rueda. Su rostro exhibe las huellas del inexorable paso del tiempo. El Alzheimer lacera su mente; pero aquí sigue todavía, en el mundo de los vivos.
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