La Explanada de la Unidad Académica de Educación y Humanidades de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), campus Ciudad de la Cultura “Amado Nervo”, fue el escenario elegido para la develación del mural “La ciencia al servicio de la humanidad”, mismo que rinde homenaje a las víctimas de la COVID-19.
Con el semáforo epidemiológico en verde, cerca de 100 invitados arribaron al lugar con cubrebocas que se veían como conchas de tortugas, para contemplar la obra artística desde las sillas plegables que guardaban sana distancia.
Tanto atrás como adelante, las miradas apuntaban hacia la escolta de la Unidad Académica anfitriona que desenfundó la bandera de México e hizo vibrar corazones a su paso. Después la orquesta de la Unidad Académica de Artes musicalizó el himno nacional mexicano desde un templete lúgubre.
Los asistentes sostenían una hoja de papel con la letra del himno universitario, a manera de cancionero, para acompañar al tenor y a la soprano que lo entonaban en Do mayor, con un estilo operístico difícil de seguir.
La primera en acercarse al podio de madera para hacer uso de la voz fue Santa Mónica Delgado Macías, directora de Arte y Cultura de la UAN, recibida con aplausos consuetudinarios pero mesurados.
De pie y con gafas caídas, Mónica recitaba su discurso mientras disfrutaba de la atención del público que atendió la cita, entre ellos, el rector de la UAN, Jorge Ignacio Peña González; Guadalupe Javier Ulloa Ríos, secretario interino del SETUAN; José Francisco Haro Beas, secretario general del SPAUAN; Aarón Noel Verduzco Beltrán, presidente de la FEUAN; y Margarete Moeller, directora de la Unidad Académica de Educación y Humanidades.
“El arte ha sido relevante en momentos de tensión (…) Los acontecimientos actuales han sido punto de partida para nuevas creaciones (…) Tenemos el arte para no morir en la realidad”, dijo la directora de Arte y Cultura.
Ahí, tras su discurso, una segunda serie de palmadas emergió, mientras ella caminaba tranquilamente en tacones hasta su asiento en primera fila, no sin antes recibir choques de puño de algunas autoridades, a manera de felicitación, como una alternativa ante las medidas sanitarias que debían guardar.
Enseguida, ataviado con camisa azul y su característico peinado engomado hacia la izquierda, Julio César Rivera García, secretario de Extensión y Vinculación (SEV) de la UAN, caminaba hacia los micrófonos con carpeta en mano para no olvidar su discurso en el que explicó brevemente cómo el boceto del artista plástico José Jaudiel Partida se transformó en una obra permanente.
“El detonante de esta obra que desgraciadamente nace por una situación lamentable por la que ha pasado el mundo en los últimos 21 meses nos hace también pensar que tenemos que hacer las cosas en el momento y sin pensarlo tanto porque quizás no haya otro día”, reflexionó.
Después, aprovechó el podio para reconocer los esfuerzos del equipo del laboratorio LANIIA Nayarit por la obtención de la certificación ante el InDRE, las pruebas PCR para la detección de la COVID-19, la continua recolección de pruebas de saliva y estudios de antígenos; aportaciones que han fortalecido la toma de decisiones no solo de la administración central sino también de la sociedad general.
Las series de palmadas siguieron conforme Julio Rivera pronunciaba nombres de personas que han ayudado a sobrellevar la pandemia, como el de Carlos Ron, integrante de la Unidad Especializada en Diseño y Prototipado del CENITT, por la creación de cascos cefálicos protectores, mamparas para autos y escritorios, además de caretas de protección; el de la docente Aimée Argüero, por brindar acompañamiento psicológico en la peor época de la pandemia; así como el de Arturo Zermeño, de la Comisión de Seguridad e Higiene de la UAN, y el de miembros de la SEV.
La quietud llegó cuando el maestro de ceremonias pidió a los asistentes ponerse de pie y guardar un minuto de silencio por las víctimas de la pandemia. Cumplido el tiempo, los asientos se ocuparon nuevamente y la música tintineante antecedió a una mujer ataviada con atuendo negro cantando When you belive, seguida por otras dos mujeres de estatura mayor a la de ella.
Minutos más tarde, José Jaudiel, un hombre moreno que vestía un saco de vestir liso, se acercaba a los micrófonos y con voz entrecortada agradecía a su padre, el artista plástico Jorge Partida Brizo, por el aprendizaje que ha obtenido durante 25 años. “Eres mi guía, eres mi mentor, y como nosotros los artistas decimos: soy tu discípulo y tú eres mi maestro”, afirmó.
Durante seis meses los andamios formaron parte de la fachada de la Unidad Académica para que Jaudiel y sus auxiliares Lorena Oviedo, Saúl Tortolero y Jorge Partida, bajo la supervisión de Partida Brizo, culminaran la obra situada en las alturas del edificio, a pesar de los problemas climatológicos y personales por los que atravesaron.
La espera estaba por terminar, el maestro de ceremonias pidió la atención de los espectadores y a la cuenta de tres el enorme velo negro que ocultaba la obra artística se barrió como ola hasta acariciar el piso, dejando al descubierto las tonalidades del atardecer y el azul identitario de la comunidad universitaria.
El tema “Resistiré” sonaba de fondo mientras los espectadores contemplaban la concentración de imágenes, entre ellas, la del médico con equipo de protección personal sosteniendo un cráneo, el estudiante recibiendo clases virtuales y el logotipo del laboratorio LANIIA Nayarit.
Después de la toma de fotografía oficial, Jorge Ignacio Peña González inició su discurso con tono decaído, pero de contenido emotivo que capturaba nuevamente la atención de los asistentes.
“Todas y todos tenemos a alguien que esta maldita enfermedad nos ha quitado, pero dentro de esta tragedia que diariamente padecemos, nos enteramos de valientes médicos y valientes medicas, enfermeros y enfermeras, de camilleros (…) que nunca nos han abandonado, que han hecho frente a esta pandemia y que han logrado con su esfuerzo que haya menos muertes. Para ellas y ellos es este mural, un homenaje para quienes anteponen su vida en la lucha por nosotros”, resaltó.
Al cerrar su discurso se dirigió a su asiento saludando de puño a los asistentes de la primera fila, como a manera de desfile. La orquesta siguió amenizando el ambiente y el maestro de ceremonias pidió un aplauso fuerte para la orquesta e invitó a Ignacio Peña, José Jadiel e integrantes de sectores, pasaran a develar la placa conmemorativa del mural, sin embargo, hubo un cambio de planes, los integrantes de sectores permanecieron en sus asientos y el artista plástico Brizo se puso en pie para avanzar, apoyado en muletas, hasta el pequeño telón de terciopelo azul que abrió junto con su hijo.
El evento culminó con la entrega de reconocimientos a los artistas plásticos que trabajaron en el mural y otros más a Isis Priscila Rodríguez López, Osvaldo Ramos Bravo, Raúl Ernesto Loera, Víctor Alfonso Andrade Navarro, María Magdalena Ruiz Rivera, Ismael Padilla Dávalos, Antonio Viorato Topete, Julio Vega Robles, Víctor Rodríguez López y Víctor Raúl Hernández Moreno; personal que estuvo en primera línea de atención de la COVID-19 dentro de la UAN. Y mientras estas almas eran homenajeadas, las fotografías del mural ya formaban parte de las portadas de algunos usuarios de Facebook, una lástima para los que solo pudieron ver el evento a través de la transmisión en vivo por la fan page de la UAN.
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