AHUACATLÁN.― Sumidos en su fe y atraídos por los múltiples milagros atribuidos, un sector de la grey católica solicitó la imagen del Señor de Acatique para rendirle tributo, velarlo, orar y celebrar su presencia en esta comunidad.
Para tal efecto, un grupo de aproximadamente 20 personas se trasladó hasta el poblado de Jomulco y cargándolo con devoción se lo trajeron a Ahuacatlán, obviamente con el consentimiento de sus protectores.
Caminando poco a poco, sin prisas, rezando y entonando cánticos, la comitiva arribó al crucero de la carretera Internacional y de ahí se inició una procesión a la que se sumarían luego más de un centenar de personas.
Con el Señor de Acatique por delante, los peregrinos iniciaron su recorrido encaminándose hacia el sur de la avenida 20 de Noviembre para finalizar en una finca que se sitúa por la calle de Morelos en el barrio de La Presa, exactamente en su bifurcación con la Hidalgo.
Propiedad de la familia Sánchez Regino, la imagen pernoctó en la mencionada finca, pues fueron ellos los que pidieron su presencia y ellos fueron también los anfitriones de este suceso, es decir, de que el Señor de Acatique visitara a esta comunidad.
Cohetes, música, rezos, cánticos, bebidas y bocadillos, fueron en síntesis lo que ofrecieron los anfitriones durante la visita del Señor de Acatique en Ahuacatlán.
Esta escultura tan venerada, cabe recordar, tiene su aposento fijo en la comunidad de El Ciruelo, perteneciente al municipio de Jala; pero fue “bajada” desde aquel apartado lugar desde el pasado Miércoles Santo y desde entonces ha estado recorriendo algunos hogares de ese Pueblo Mágico. Solo que esta vez se autorizó su traslado a Ahuacatlán, por petición de la feligresía.
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