AHUACATLÁN.
Con un vistoso frontispicio hecho a base de azulejo de excelente calidad, el columbario que se construyó en el interior del Templo de la Inmaculada Concepción de María, resguarda la ceniza de poco más de 10 ahuacatlenses, siendo el más reciente el de José “Piché” Bautista, fallecido hace alrededor de tres semanas.
Los columbarios, hay que recordar, es un conjunto de nichos donde se guardan las urnas de los difuntos que son cremados; es decir, una especie de cementerio, donde en lugar de cajas mortuorias se utilizan ánforas que contienen cenizas de muertos.
Ese espacio fue creado con el fin de fomentar la oración de las familias dentro de la iglesia; pero por ahora solo se conforma por poco más de 10 difuntos, como se menciona líneas atrás.
Éste está ubicado a un costado de la nave. Consta de 100 cavidades con capacidad para cuatro urnas cada una, por lo que aún hay muchas de ellas en venta.
Su costo es de 8 mil pesos, siempre y cuando se pague el contado; pero las autoridades eclesiásticas ofrecen también los pagos en abonos, con un costo total de 10 mil 200 pesos dando 650 pesos mensuales.
El Columbario del templo de la Inmaculada en esta ciudad, cabe recordar, fue construido hace alrededor de 5 años a instancias del entonces titular de la parroquia de San Francisco de Asís, Pedro Guzmán; esto es con la finalidad de darle dignidad a las cenizas de los fallecidos.
Discussion about this post