AHUACATLÁN
No, no fue accidental, fue provocado. Las pérdidas materiales quizás no son tan cuantiosas; pero el daño cultural que con el incendio se ocasionó a la vieja estación del ferrocarril es inmenso; por eso es que la sociedad en general repudia a los responsables de este lamentabilísimo siniestro ocurrido en las primeras horas de ayer.
Sobre el caso, el titular de la dirección de Seguridad Pública Municipal, Marco Antonio Ochoa, informó que las primeras investigaciones señalan que “este incendio fue provocado por vándalos”.
Tan pronto como se conoció del incendio y mientras el cuerpo de bomberos y demás voluntarios se dedicaban a apagar la lumbre, varios elementos de la policía realizaron un intenso recorrido de vigilancia en los alrededores, así como en los barrios y colonias a efecto de ver la posibilidad de atrapar a los culpables.
Hasta ayer por la tarde nada se conocía acerca de la identidad de sus autores; y además de todo tampoco se había interpuesto ninguna querella ante las autoridades ministeriales.
Algunos dicen que se trata de un inmueble propiedad de particulares –específicamente a empresarios japoneses–, pero la versión más cercana a la verdad pudiera ser que sea pertenencía de Ferrocarriles de México.
De cualquier manera ya se realizan las investigaciones pertinentes con el objeto de dar con los responsables para que sean sometidos a las autoridades judiciales por estos atroces hechos que mantiene indignados a prácticamente toda la sociedad de Ahuacatlán toda vez que esta estación es considerada como un patrimonio histórico.
Las llamas destruyeron todo el techo y demás espacios construidos hace muchas décadas a base de madera, dejando todo aquello convertido en un montón de carbón y cenizas.
Se sabe que ayer por la tarde arribarían al lugar personal del INAH a efecto de evaluar los daños y emitir un posicionamiento al respecto. Mientras tanto, la gente sigue repudiando a quienes provocaron este incendio en la estación del ferrocarril.
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