AHUACATLÁN.
Atención, cariño y compañía. Eso es lo que encuentran cada día los adultos mayores que acuden a la Casa de Día de Ahuacatlán, un espacio que más que un albergue, se ha convertido en un refugio para el alma.
Impulsada por el Sistema DIF Municipal, bajo la guía de Maribel Bernal, esta iniciativa ofrece mucho más que alimento: ofrece convivencia, alegría y la oportunidad de seguir aprendiendo y compartiendo.
Aquí, entre risas, juegos y dinámicas llenas de energía, los abuelos de Ahuacatlán redescubren el valor de la amistad y el gozo de vivir en comunidad.
Cada encuentro se vuelve una terapia de vida, un recordatorio de que nunca es tarde para sentirse acompañado.
La Casa de Día es, sin duda, uno de los mayores aciertos del gobierno y del DIF de Ahuacatlán: un espacio donde la edad deja de ser un límite, y la esperanza se convierte en la mejor compañía.
























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