Cientos de fieles ixtlenses subieron los 544 escalones de Santa Catalina para despedir las fiestas en honor a Cristo Rey.
IXTLÁN DEL RÍO.
Bajo un cielo despejado y con la luz de la luna menguante como testigo, los habitantes de Ixtlán del Río pusieron punto final a los festejos en honor a Cristo Rey, en el emblemático Cerro de Santa Catalina.
La celebración transcurrió sin incidentes mayores, salvo algunos casos de insolación y fatiga, resultado del esfuerzo que implica ascender hasta la cima.

La mayoría de los peregrinos subió a pie, paso a paso, por la escalinata que hace décadas construyeron los recordados “Amigos del Progreso”: 544 escalones en zigzag, con descansos breves en los rellanos donde muchos aprovechaban para rezar, contemplar o simplemente recuperar el aliento.
El sábado por la tarde y noche fue cuando el Cerrito vivió su momento más intenso. Una auténtica romería de fe y convivencia popular: subir y bajar, rezar y mirar, conversar y reír.
En los alrededores, el comercio ambulante puso el toque colorido con cañas, cacahuates, fritangas y antojitos mexicanos.
Entre los fieles, también hubo espacio para los gestos sencillos de la vida cotidiana: parejas tomadas de la mano, sonrisas cómplices y miradas que se perdían en el mar de luces que cubría la ciudad desde lo alto.
Mientras tanto, agentes de tránsito, policía y protección civil trabajaron para mantener el orden en la parte baja y los estacionamientos de la cima, permitiendo que todo se desarrollara en calma.
Al filo de las ocho y media de la noche, la procesión del Santísimo coronó la jornada. Los cánticos y oraciones se mezclaron con el murmullo del viento. “Ojalá y Memo construya una escalera eléctrica”, bromeó una joven entre risas, al lado de su novio, mientras seguía el paso de la procesión.
El domingo, la fiesta concluyó con otra numerosa asistencia.
Una vez más, la comunidad eclesiástica y los devotos demostraron su fe profunda y su entusiasmo, en una celebración que reafirma la identidad y la tradición religiosa de Ixtlán del Río, allá en el corazón del Cerrito de Cristo Rey.
























Discussion about this post