Con un precioso vestido verde y una radiante corona, vivió un día lleno de ilusión, tradición y alegría.
AHUACATLÁN.
Jocelyn Ávila Montero salió de su hogar convertida en una princesa para vivir uno de los momentos más memorables de su vida: su fiesta de quince años.
Ataviada con un hermoso vestido verde y su radiante corona, Jocelyn fue el centro de atención en una celebración que quedará grabada para siempre en su corazón.
El evento comenzó con una solemne misa de acción de gracias en el templo de San Francisco de Asís, oficiada por el sacerdote Héctor Soriano, donde la quinceañera recibió la bendición en compañía de su familia y amigos.
Después de la ceremonia religiosa, se llevó a cabo una sesión fotográfica en el emblemático kiosco de Ahuacatlán y otros sitios icónicos de la localidad, inmortalizando la felicidad de este día tan especial.
Lo más esperado llegó por la tarde, cuando tuvo lugar la tradicional fiesta de quinceaños en el Club Social y Deportivo.
Los padres de Jocelyn cuidaron cada detalle para que fuera una celebración perfecta, contando con la coordinación de Rubén Becerra, quien supervisó que todo transcurriera de manera impecable.
Los asistentes disfrutaron de sabrosas viandas y un ambiente festivo que hizo de la noche una experiencia única.
Un toque especial fue la instalación de una boutique en el recinto, donde se resguardaron los obsequios entregados a los invitados, añadiendo un toque de elegancia y exclusividad al evento.
Este día marcó para Jocelyn el inicio de la edad de las ilusiones, el momento de los sueños y el paso hacia una adolescencia responsable y estudiosa.
Sin duda, su fiesta de quinceaños será recordada como un capítulo inolvidable en su vida y en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de acompañarla en tan importante ocasión.
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