LA CIÉNEGA.
Entre subidas y bajadas, botes de mezcla y herramientas de albañil, un grupo de personas le da duro a la talacha para tratar de concluir a la mayor brevedad posible la escalinata que se construye en el Cerrito de la Cruz, donado por el ejido de Ahuacatlán a los habitantes de La Ciénega.
La obra de referencia tiene como objetivo enriquecer los festejos del Día de la Santa Cruz cada 03 de mayo, convertir ese espacio en un sitio más atractivo para que las familias puedan recrearse, distraerse sanamente y que además sirva como área para la práctica de ejercicios a través de la caminata.
El proyecto, cabe añadir, fue concebido y expuesto desde hace algún tiempo por el dinámico Marcos Durán quien, con el apoyo de otros jóvenes y adultos de esta pujante comunidad, se dio a la tarea de realizar diversas actividades para recabar fondos para construir no solamente la escalinata, sino para rehabilitar también la capillita y el patio, en la cima del cerrito.
Esa capilla, por cierto, tenía ya alrededor de 50 años, pero ahora ya fue renovada, junto con su patio y hasta se le colocó otra cruz, la cual por cierto fue donada por el señor Luis García Altamirano, originario de La Ciénega y radicado por ahora en algún lugar de Estados Unidos, mientras que el patio fue construido gracias al dinero que también desde aquel país envió la señora Reina Miramontes.
Gran parte de los recursos están siendo aportados por los hijos ausentes que residen en el vecino país del norte y hasta el momento se han construido 20 de los 150 escalones que contempla el proyecto.
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