A poco más de un año que apareció en el mundo el coronavirus en China, que ha mantenido a millones de personas con un santiamén en la boca, confinados ante el temor de la irremediable muerte; un virus que no perdona, que ataca sin piedad y que ha mantenido a los científicos sorprendidos, ante el desconocimiento de como parar a la bestia maldita; en los laboratorios han tenido que trabajar horas extras hasta encontrar el antídoto para su eliminación inmediata y definitiva.
Pasaron varios meses y la humanidad espera que la ciencia médica actúe con más rapidez y por fin aparecieron varias vacunas que han venido a frenar la acelerada carrera del bicho; Estados Unidos aporta al mundo la vacuna ‘Aztra Séneca’, la (‘Pfizer’ alemana) China, la Sinovac y la ciencia cubana, que está en su última fase la vacuna ‘’Soberanía’’ pero que ya está siendo aplicada a la población de la isla.
Según informes de la prensa mundial a la fecha han fallecido por contagio del virus dos millones ochocientos mil personas y la carrera sigue desbocada en la fabricación de vacunas, dado que hay una población mundial de casi siete mil millones de habitantes.
Los gobiernos no han escatimado recursos para proteger a la población, es una tarea titánica dado que cada persona representamos un problema ante las diferencias ideológicas-políticas, costumbres, religiones y otros intereses absurdos que frenan las iniciativas de nuestros gobernantes.
Pero hay países muy pobres que ni idea tienen como resolver el grave problema que amenaza cada día y con mayor fuerza.
En nuestra Patria mexicana nuestras autoridades se pusieron en comunicación con los países fabricantes e hicieron convenios serios para obtener las vacunas las cuales llegan poco a poco, pero han estado llegando, iniciando de inmediato las campañas de vacunación en los confines más apartados e inhóspitos del territorio nacional.
Mis aplausos a las personas del sector salud que sin escatimar esfuerzos le han echado los kilos por los mexicanos, desde médicos especialistas hasta la más humilde enfermera; desgraciadamente algunos de ellos han perdido la vida por contagio del covid 19.
Mexicanos, no nos resta más que acatar las instrucciones de los encargados de la salud en tanto nos toca la vacuna en espera de que sea lo más pronto posible para evitar más lágrimas al perder un familiar.
Con saludos y buenos días.
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