JALA.― Además de los incendios y de la resequedad, la zona sur tiene que sufrir también los embates de las constantes tolvaneras, algunas de las cuales alcanzan considerables dimensiones en su diámetro y altura.
Los sitios de mayor susceptibilidad en la formación de estos pequeños tornados, han sido sobre todo los amplios llanos de los ejidos de Jala y Jomulco, pero también se han visto muchas tolvaneras sobre las llanuras de Ahuacatlán e Ixtlán del Río.
Uno de los tornados más recientes y de mayor fuerza, fue el que se formó hace escasos días sobre los campos adyacentes al Tecnológico del Sur y el cual se extendió hacia el pie de las colinas que se sitúan entre Jala e Ixtlán, causando asombro y temor entre los habitantes.
Se sabe incluso que las tolvaneras han desprendido tinacos y destruido techos de lámina.
Los remolinos –como mejor los identifica la gente– suelen suscitarse después del mediodía, pero más aún entre las dos y las seis de la tarde; y es tal su fuerza que los terregales se pueden apreciar desde distancias lejanas, pues su altura alcanza hasta los 80 metros.
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